Cuando la radiación interacciona con la materia pueden producirse dos efectos: ionización y excitación. Aunque también, puede darse el caso en el que esta interacción no afecte de ningún modo al material sobre el que incide, atravesándolo solamente sin sufrir cambio alguno.
- Ionización
Como vimos en publicaciones anteriores, las radiaciones ionizantes reciben este nombre debido a que son capaces de ionizar los átomos y moléculas que conforman la materia, provocando la liberación de electrones y modificando de esta manera su estructura original. Si los electrones liberados poseen la suficiente energía, pueden dar lugar a nuevas ionizaciones.
- Excitación
Cuando la radiación transfiere su energía a los átomos dejándolos en un estado con mayor energía, decimos que se encuentran excitados, y pueden revertir este proceso (desexcitarse), liberando esa energía, es decir, volviendo a emitir radiación.
La forma en que la radiación interacciona con la materia depende de diferentes factores; por ejemplo, de la carga, masa y energía de las radiaciones, y de las características del material como la densidad. Pero el aspecto primordial está dado por la carga de la radiación.
Cuando las partículas están cargadas aumenta la probabilidad de interacción, debido a la atracción o repulsión de las partículas incidentes con los núcleos o electrones del material. En el caso de los fotones y neutrones, que no poseen carga, la probabilidad de que tenga lugar alguna interacción dependerá del choque con los núcleos o electrones atómicos.
Fuente:
- González G., y Rabin C. (2011). Para entender las radiaciones. Uruguay: DIRAC-Facultad de Ciencias. Recuperado el 10 de Enero de 2015 de divnuclear.fisica.edu.uy/libro/Para_entender_las_radiaciones.pdf